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CUIDADOS BÁSICOS DEL PERRO II



El perro es un ser vivo y  social y hay que aprender a tratarlo cubriendo sus necesidades básicas: comida y bebida, descanso, comunicación, libertad, relaciones sociales y ejercicio.




HIGIENE

Vamos a indicar los cuidados habituales que hay que darle al perro y que si se practican con regularidad evitarán problemas mayores:

Una vez a la semana tenemos que hacerle una revisión completa de la piel, el pelo, las orejas, la boca y las uñas.




Los ojos tienen que estar brillantes y sin legañas, que se forman debido a la suciedad acumulada.

* Si las legañas son verdosas hay que consultar al veterinario, podría ser el inicio de una infección.

Para limpiar los ojos pasaremos una gasa húmeda alrededor. También existen soluciones oftalmológicas, éstas tiene que recetarlas el veterinario.

* Si el perro tiene los “ojos saltones”, tipo boxer, o los ojos “tristes” o “caídos” como los cocker, la limpieza de los ojos tiene que ser diariamente.








Los dientes: el control de la higiene bucal impedirá que aparezcan sarro o caries, que podrían degenerar en patologías más complejas, llegando en casos extremos a la pérdida de piezas dentales.

 Para la higiene dental se puede utilizar un cepillo de dientes y un dentífrico especial para perros, si el perro no se deja cepillar podemos darle un trozo de pan duro y seco, al masticarlo el perro hace su propia limpieza. 

 En el caso de los cachorros no hay que olvidar que entre los seis y siete meses cambiarán los dientes de leche por la dentadura definitiva, es aconsejable que tengan juguetes diseñados específicamente para ellos y para el buen desarrollo de la dentadura.

 Si fuera necesario se puede llevar al perro al veterinario para hacerle una limpieza de boca.

           


 Los oídos: lo más importante es que NUNCA deben limpiarse con un bastoncillo, se utilizará una gasa humedecida en suero fisiológico. La frecuencia de la limpieza dependerá del tipo de perro, pero los que necesitan más cuidados son los de orejas caídas: grifones, pointer, etc.

Tenemos que evitar que les entre agua en las orejas y secarlas muy bien.
                



Las uñas: podremos cortarlas nosotros mismos con un sencillo cortaúñas especial para perros, siempre que previamente aprendamos su correcto uso. 

Para evaluar el corte de las uñas es necesario ver si el perro tiene mucho o poco desgaste, en el caso de perros que viven en el campo o hacen mucho ejercicio, las uñas se desgastan de forma natural, cosa que no ocurre con perros habituados a vivir en pisos, o en circunstancias en las que no hagan tanto ejercicio físico. 

El perro tiene que ser capaz de caminar normalmente apoyando sus patas en las almohadillas sin que las uñas estorben su paso ni su carrera. Si las uñas están largas molestarán al perro al apoyar la pata y dificultará el andar, en un caso extremo se incrustarían en la piel dando lugar a heridas. 

Hay perros reacios a la manipulación de sus patas, es importante hacer este trabajo con calma y tranquilizando al perro, revisando primero el estado de las uñas, y luego procediendo al corte. En caso de duda, mejor acudir a un veterinario.
                       
Por otro lado, las uñas de los perros tienen venillas por lo que hay que saber hasta dónde cortar para no hacerles una herida, provocarles un daño y que sangren.

* Al mismo tiempo que revisamos las uñas, aprovecharemos para evaluar el estado de las almohadillas, dado que son el punto de apoyo del perro, en caso de mostrar grietas viene bien dar una crema hidratante, si se viene de pasear por el campo, revisar que no hayan quedado espigas clavadas entre los dedos, que pueden degenerar en abscesos muy dolorosos y de lenta curación. 





El Baño, en el caso de los cachorros:

* El primer baño nunca es antes de las 10 semanas, después de las primeras vacunas. Sin embargo se puede asear al cachorro utilizando toallitas húmedas para quitarles el posible mal olor. 

* El agua será tibia y siempre hay que mantenerlo en la bañera alejado de corrientes de aire para evitar que se enfríe, igual que hay que secarlo bien después del baño, con una toalla o secador. Es muy importante que el cachorro quede totalmente seco, la humedad es no solo molesta si no que puede dar lugar a infecciones cutáneas, entre otros problemas. Un rato de juego tras el secado, es recomendable para que el cachorro no se duerma directamente tras el baño 

* El champú tiene que ser especial para cachorros, y hay que tener cuidado para que no le entre jabón ni en ojos ni orejas.

* El baño además de quitar los malos olores, sirve para eliminar parásitos y colabora en el cambio de pelo.

 El Baño en perros adultos: su frecuencia de baños dependerá del tipo y longitud del pelo.

*  El baño es la fase más importante del aseo: primero le mojaremos, con agua templada. Los perros son mucho más sensibles que nosotros al calor, y lo que para una persona puede ser agua templada para el perro puede ser muy caliente, mejor más fría que más caliente.

*  Una vez el pelo está bien mojado, se añade  el champú, siempre específico para perros, y dentro de éstos, buscar el adecuado al tipo de pelo del animal: corto (bóxer), largo y sedoso (setter, cocker), largo y duro (grifon), corto y rizado (caniche, fox terrier), etc. En las tiendas especializadas y en el veterinario pueden aconsejarnos al respecto.

  El ph de la piel humana nada tiene que ver con el de la piel canina y el pelo canino en nada se parece al humano, por lo cuál el champú debe ser específico para él.



Se aprecia en la foto anterior dos ejemplares de perro con diferentes tipos de pelo que requieren, diferentes tipos de champús, cepillos, etc.

* Una vez que tenemos el perro bien enjabonado es conveniente dejar actuar el champú unos minutos para luego enjuagar.

* Otra parte fundamental en el lavado del perro es el enjuague que debe realizarse con abundante agua y durante un gran rato. Bajo ningún concepto deben quedar restos de champú pues aparecerán reacciones cutáneas.





* Enjabonar cuidadosamente la parte de la cabeza con cuidado para que no entre agua mezclada con champú en los ojos, oídos, nariz o boca del perro, los champúes irritan las mucosas de los perros. En la foto se puede observar la mano de la peluquera sujetando la cabeza del perro para que no tenga problemas con el champú en ojos y/o mucosas.





* Para secarle, primero con una toalla se le quita la mayor parte de agua y después utilizaremos el secador, graduando la temperatura y no acercándolo mucho para evitar quemar la piel. Recordando siempre que la piel del perro es mucho más sensible al calor que la nuestra, por lo que mejor dedicar más tiempo con aire más templado, casi frío que correr el riesgo de quemarlo.




El pelo tiene que quedar completamente seco, si dejamos el manto húmedo o mojado tenderá a enredarse y dará más olor, al mezclarse el agua con la grasa natural del perro, sin olvidar que puede degenerar en infecciones cutáneas.

Es recomendable cepillar al perro antes del baño, vigilando que los perros con el pelo largo no tengan nudos. El cepillado es fundamental para mantener el pelo en buenas condiciones, ayuda a retirar el polvo y la grasa que se acumulan en él, se sanean y airean las capas mas profundas, se mantiene sin nudos y al quitar el pelo muerto se contribuye a la renovación del pelaje. 

* Podemos cepillar al perro todos los días o una vez a la semana, eso dependerá del tipo de pelo y la longitud. Cepillaremos con suavidad, sin tirones, el cepillo tiene q arrastrar los pelos sueltos no arrancarlos.

Existen en el mercado infinidad de cepillos adaptados a los diferentes tipos de pelo de los perros, en caso de perros de pelo largo, siempre es útil disponer de un peine “corta nudos”. En la  foto se observa una “carda” a la izquierda, y un “corta nudos" a la derecha.





                      
SILVIA GONZÁLEZ
Cuidadora de animales acreditada por la Consejería de Agroalimentación del Principado de Asturias
Secretaria del Patronato de la Fundación Amigos del Perro




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